El diccionario de autoridades de 1739 define, en la entrada relacionada con la música, el termino diferencia como “los diversos modos de tocar un mismo tañido” lo que en lenguaje musical moderno llamaríamos “Variaciones”.

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Las fuentes literarias y musicales indican que buena parte de la práctica de la música popular de los siglos XVII y XVIII en la península ibérica, se definió a partir de los Sones, una manera de tocar con ciertas características específicas de ritmo, harmonía, estructura y contorno melódico  y sobre estos se desarrolló la idiomática de la guitarra mediante la improvisación y creación de glosas y diferencias.  La danza y el canto, de manera casi idéntica desarrollaron su idiomática propia, siendo las mudanzas y las coplas sus términos homólogos, creando una matriz tan compleja como indivisible que dio sustento a la música de las catedrales, las cortes y los teatros.

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Este espectáculo pretende acercarse a los orígenes de la  práctica musical de la guitarra desde la improvisación y la creación,  respetando la relación simbiótica entre danza, poesía y música,  mediante Jácaras, folias, pasacalles, fandangos y muchos otros aires, que hacen un retrato de la guitarra del barroco, de su práctica y de su entorno.